Mi Primer Gatito

Publicado el 6 de marzo de 2023, 15:01

La verdad es que Agustín no es el primer peludito felino que tengo, de hecho es el segundo, un día cualquiera de trabajo llego un machito medio siamés a la puerta de mi departamento, yo estaba saliendo muy temprano a trabajar y al abrir la puerta para salir a tomar el minibús que pasaba por mí, encuentro un gatito sentadito, mirándome y maullando, yo solo atine a decirle… “ y tú , déjame pasar que voy al trabajo”… y me fui, al volver a casa me di cuenta que no andaba por ninguna parte, al día siguiente paso lo mismo el gatito volvía a estar a la salida de mi departamento, esto continuo pasando de martes a viernes y sólo lo veía en la mañana esto hizo que yo estuviera pensando en eso toda la semana, al llegar el fin de semana fui al supermercado y compre comida para gato, por si acaso volvía la visita, durante el fin de semana no lo vi ni una vez, al llegar el lunes y salir a trabajar ¡ahí estaba otra vez! Y me miraba salir, el martes eche comida en un pocillo y agua en otro, al salir abro la puerta y ¡¡¡chaaannn!!! Ahí estaba otra vez, así es que saque los pacillos, los puse al costado de mi puerta y me fui a trabajar y él se quedó comiendo, cuando volví del trabajo otra vez no estaba, esto ocurrió igual toda la semana menos el viernes, ya que al llegar él estaba afuera esperando, así es que lo tome y lo entre, sin tener idea de cuidar un gato …pero era el gato mas dócil de la vida, hasta lo bañe y le corte el pelo yo misma y nunca me rasguño, era muy regalón, alcance a vivir con él como 4 meses hasta que me lo atropellaron

Lo que ocurre y para hacer el cuento corto, antes yo había rescatado otro peludito, esa vez era un perrito del porte de un gato que una vecina tiro a la calle,  el perrito (Homero) mordió al hijo de la vecina y por eso se quería deshacer de él, lo que ella no decía era que su hijo de como 6 años vivía pegándole al perrito, a patadas, tirándole la cola, la oreja, dándole pelotazos...en fin, jugando según él... hasta que el perrito no aguanto mas y lo mordió,... si sus dueños no lo defendían no le quedo otra que defenderse solo,... y como lo iban a tirar a la calle decidí que homero pasara a vivir conmigo, al llegar al nuevo inquilino de la casa (el gatito siamés) homero se puso celoso, lo perseguía por el  departamento, no lo dejaba tranquilo, y el gatito ni siquiera lo pescaba, se limitaba a encumbrarse lo mas alto que pillara, después homero se calmó y ya compartían mas y los dos andaban arriba de mi cama, yo tenia un patio muy pequeño así es que dejaba la puerta del patio abierta para que homero pudiera estirar las patas dentro del departamento  y saliera al patio para hacer sus necesidades, pero homero agarro de molestar al gatito hasta sacarlo al patio  y el gatito se salía por el muro a la calle, después cuando yo llegaba estaba esperándome afuera del departamento, un fin de semana yo salí antes de almuerzo y al volver en la tarde no lo encontré al gatito por ninguna parte, tome el auto y fui a buscarlo, cuando voy dando la vuelta a la manzana lo encontré, tiradito en la calle, lo habían atropellado y ahí quedo, no tiene idea todo lo que llore, lo recogí y lo lleve al departamento, supongo que al arrancar de homero y salirse se subió al único árbol del condominio, cuya rama frondosa venía desde afuera ya que en la vereda había un árbol y tal vez por ahí salió a la calle, la verdad solo sé que estaba tiradito al costado de la vereda donde estaba el tronco del árbol, al entrar al departamento con él en los brazos homero saltaba de felicidad ( y de verdad estaba contento) lo olfateo y saltaba y movía su cola muy feliz, yo lo mire y mas lloraba, tome una bolsa plástica , una pala y me fui a un sector que tenía un cementerio indígena al cuál me gustaba ir por lo tranquilo del lugar, lo enterré debajo de un pimiento enorme y antiguo , me quede un rato pidiéndole disculpas por no haberlo cuidado mejor y volví a casa, desde ese día no pude ver a homero como antes, ahora solo está en el patio, no pude aceptarlo adentro de nuevo, y yo andaba bien triste la verdad…ya no quería tener otro gatito.

…tiempo después apareció Agustín…

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