Desde que el Agustín llego a mi casa me di cuenta que se transformaría en mi doctor personal
Mi trabajo hacia que yo saliera de casa cerca de las 6 de la mañana y llegara casi a las 10 de la noche, estaba todo el día afuera y al llegar siempre estaba Agustín esperándome frente a la puerta.
Cada bendito mes, en que yo estaba muy adolorida por los cólicos y con un genio insoportable, Agustín esperaba que yo me metiera a la cama y se echaba sobre mi vientre bajo, elevaba su nivel de ronroneo, a tal punto que yo terminaba quedándome dormida aun cuando estuviese muy adolorida, cuando despertaba él seguía ahí al ladito mío y mis molestias habían disminuido enormemente y ya podía levantarme para continuar con mis actividades.
Donde vivo el clima es muy extremo, o hace mucho frio o hace mucho calor, en los periodos fríos Agustín se echaba en mis pies ya que siempre me ha costado que se me abriguen aunque use calcetines de dormir ( jajaj si se es de viejos pero todo sirve para abrigarse jajajaj) y así capeábamos el frio, ahora si a él le daba mucho frio en la noche y yo ya me había dormido acercaba sus bigotes a mi cara y los movía, eso era señal de que yo debía acostarme de lado, estirar un brazo y levantar las tapas, y dormíamos en cucharita él con su cabeza bien apoyada en mi brazo y dándome la espalda, al despertar él ya no estaba bajo las tapas, pero si en la cama junto a mí, los fines de semana cuando no tenía que levantarme temprano nos quedábamos acostados mirando películas y él no se apartaba de la cama a menos que le diera hambre porque ahí siii, maullaba como locoooo para que le sirva su comida lo más rápido posible, a veces yo no lo pescaba porque me gustaba que llegara al lado mío maullando a todo pulmón y mirándome para que lo siga.
Si por cualquier motivo yo me encontraba estresada por el trabajo, triste o preocupada él siempre andaba pegadito a mí y me mostraba su panzota para que se la rascara, yo le hablaba y él respondía a mullidos, y así se me olvidaban mis males
Añadir comentario
Comentarios